lunes, 21 de junio de 2010

San Xoán


Siempre me ha encantado la noche de San Xoán. Dicen que es una noche mágica y creo que mucho no se equivocan. Desde que era niña soñaba con ese día, y es que no sé en otros lugares, pero aquí, en Coruña es una de las mejores noches del año. Me encanta bajar caminando hasta la playa del Orzán, todo el mundo lo hace pues ese día los coches están prohibidos. Mientras bajas, ves a gente cargando cajas de madera y algunos palos pero también los hay más atrevidos que directamente deciden utilizar los contenedores de basura para cargar más en menos tiempo. A medida que te acercas a Riazor ves a las familias que deciden situarse en la playa lo más cerca posible de la bruja que va a ser quemada para espantar los malos espíritus. Avanzas por el paseo y llegas al Orzán. En las terceras escaleras los adolescentes y en las cuartas nosotros, los jóvenes, junto a los kilomberos para pasarlo lo mejor posible con su música. Llegas y montas el campamento: toallas por la arena, algo de múscia, bolsas de bebidas y mucha, mucha comida de esa que no deberiamos comer basada en el chocolate. Los momentos en los que el sol se pone son siempre para mí especiales ya que no sé porque motivo siempre se llenan de conversaciones que podrás recordar (no como otras posteriores) y de fotos a contraluz haciendo el payaso. Mirar hacia el paseo es algo especial, ya que nunca hay tanta gente junta allí apoyada mirando como los demás nos divertimos. Hay gente mayor y otra no tan mayor, algunos van simplemente a mirar que es lo que hacen sus hijos y otros quieren conocer esta fiesta tan peculiar y reservan la mejor butaca. Cuando llegan las 00.00h es el gran momento y todas las hogueras se empiezan a encender. Algunas son demasiado grandes y el fuego da hasta miedo, otras son más pequeñitas, perfectas para saltar. La tradición es saltarlas nueve veces para conseguir protección y buena suerte y no todos salen ilesos, pues las caídas y quemaduras son protagonistas en ese día. Después la gente se sienta en la arena y mira hacia el mar, ya después de llenar el estómago de sardinas y beber alguna que otra cerveza. Es el momento delos fuegos artificiales. Siempre me han parecido preciosos. Poco después la sensación de ahogo llega a la playa, hay demasiado humo y decidimos regresara casa. La vuelta siempre es graciosa, subes caminando y te das cuenta de lo mucho que hueles a humo sabiendo que cuando llegues a casa, sea la hora que sea, tienes que darte una ducha para intentar quitar ese olor, muchas veces sin conseguirlo. Te metes en cama y piensas: “Ha sido una gran noche y sin duda la magia ha estado presente”. Ya queda menos para tan esperado día… feliz noite de San Xoán.

3 comentarios:

  1. jooo!!! eu este ano non podo ir a Noite de san Xoan!!!! outro ano máis que mo perdo!!!

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  2. me encanta la noche de san juan!! :)

    a ver si nos vemos por la play! un besito!

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  3. Para mí es la mejor noche del añp, junto con la de fin de año.
    En san Juan puede pasar lo imposible, por eso es mágica! ;)
    A ver si te veo!
    Un bico!

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